VR13: Deus X
Por Aldo B. Castelar
Uno de los precursores del Cyberpunk, Norman Spinrad, nos cuenta una historia sobre la libertad en el cyberespacio.
Se ha hablado mucho de la inteligencia artificial. Mucha gente piensa que una máquina inteligente sería un peligro para la raza humana, que quizá se rebelarían contra nosotros, que no nos obedecerían y harían lo que ellos quisiesen. También se ha hablado mucho sobre crear imágenes en computadora de nuestro propio cerebro, para abandonar nuestros cuerpos imperfectos y convertirnos en seres superiores. Poca gente pensó seriamente en los problemas que esto traería si se llevase a la práctica. Norman Spinrad, siempre preocupado por la situación de la gente real en mundos realistas creados por la tecnología, desarrolla en esta novela corta el tema de qué pasaría si se llevase a la práctica algo así.
El entorno de la novela está situado en una Tierra de un futuro cercano y muy predecible. La capa de ozono se ha destruido casi por completo. La contaminación ambiental es un problema gravísimo en todo el mundo. Nadie se anima a estar al aire libre por más tiempo de lo estrictamente necesario, y aún así usan todas las protecciones posibles. Utilizar algún vehículo de combustión interna no sólo es ilegal, sino que es socialmente rechazado. En este mundo catastrófico, tan cercano al cyberpunk, tan común en las obras de Spinrad, existe 'The Big Board'. Se trata de una super red, el cyberespacio del cyberpunk, que contiene todo lo que se necesita, como educación, noticias, finanzas. En esa red existen entidades artificiales creadas como duplicados de la mente de gente que a punto de morir vió en un duplicado digital la posibilidad de una vida ilimitada. Estos duplicados causan un sinnúmero de problemas legales. Por ejemplo, si está todavía vivo el original, puede negarle todo derecho al duplicado sobre su casa, propiedades, e incluso sobre su propia existencia. Un duplicado digital no tiene más derechos que una planilla de cálculo, o sea, ninguno, a pesar de que son seres tan inteligentes y pensantes como sus originales.
Marley Phillipe, uno de los protagonistas de la historia, es una especie de hacker que debe meterse entre los vericuetos de la red para buscar cosas que nadie más puede encontrar. El prefiere presentarse como un detective privado, pero la forma en que trabaja es la de un hacker. Dentro de el 'underground' de la red, la parte que nadie ve, hay una gran cantidad de duplicados digitales de gente, que forman algo así como su propia comunidad dentro del sistema.
Pero no todo es tan fácil como parece. Estar almacenado y funcionando dentro de la red es algo que cuesta dinero, algo que los duplicados no tienen. Si su original no pudo preveer la forma de pagar por ese almacenamiento y tiempo de proceso, poco puede hacer un duplicado para mejorar su pocisión. Algunas personas venden parte de sus 'subrutinas' mentales para hacer sistemas de manejo de transporte, por ejemplo, una versión muy reducida de la mente original, y con lo que ganan con esa venta pueden costearse su paraíso digital. Pero no todos tienen tanta suerte.
Por otro lado, la Iglesia Católica se enfrenta con un dilema importante. Está en medio de una discusión interna sobre si los duplicados tienen alma, si pueden considerarse realmente sucesores de sus originales de carne y hueso. El Padre De Leone es uno de los principales opositores de la teoría que le otorga un alma a esos engendros digitales. El Papa de ese momento es el primer Papa mujer de la historia. María I decide llevar a cabo un experimento peligroso pero que de cuyo resultado puede depender la popularidad futura de la Iglesia. Van a crear un duplicado del Padre De Leone para que testifique él mismo si tiene alma o no. Este acepta con la condición de que se active recién después de su muerte, y que sea destruido después de que se llegue a una decisión. Después de la muerte del Padre, se activa su duplicado y empiezan a interrogarlo para decidir cual es la postura correcta. El problema empieza cuando este duplicado desaparece y tienen que llamar a Marley para que lo encuentre.
En el curso de su investigación descubre que existe algo que se hace llamar el vórtice, que es la unión de una gran cantidad de duplicados que no tenían un lugar en el paraíso de datos oficial, y que tuvieron que apoderarse de los rincones y huecos no usados para mantener su existencia. Ellos son quienes, en una maniobra que recuerda a algunas hazañas de los hackers más capaces, robaron el duplicado de De Leone para hacer su propio experimento. El problema de ellos es que, a pesar de una falta de definición oficial, sienten que tienen un alma y que necesitan alguien que los guíe 'espiritualmente' en su vida digital.
Este vórtice, por su propia característica de ser algo oculto, y de estar escondido en el propio corazón del sistema, tiene suficiente poder como para controlar la red y hacer con ella lo que quieran. Pero necesitan encontrarle un sentido a sus 'vidas' o existencias, para lo cual necesitan que el Padre De Leone, o su duplicado digital, los guíe hacia una libertad tanto espiritual como una libertad de sus ataduras con el mundo no digital.
En definitiva, esta novela explota el viejo temor o mito del 'fantasma dentro de la máquina', en este caso casi literalmente, porque lo que puebla a la red son las 'almas' o mentes de gente muerta que ahora existe en versión digital. Spinrad pretende hacernos ver, con éxito, creo yo, que en cualquier contexto en que se encuentren las personas, digitales, reales, o virtuales, siempre va a surgir una necesidad de libertad, y una necesidad de defender su existencia y su medio de vida. Es justamente lo que sucede con los hackers, que crean su propia sociedad underground entre las redes de comunicaciones oficiales, y luego luchan para que no les quiten esa comunidad virtual que crearon y que muchos no saben entender.
Aldo B. Castelar es consultor en informática en varias empresas, y se desempeña en el campo de las comunicaciones y de la programación a bajo nivel. Tambien es redactor de Virus Report. Ha cursado estudios no formales en filosofía y en literatura. Puede ser contactado en aldo@ubik.to