VR3: Los hackers y la justicia
Por el Lic Juan SANTA ANA
No siempre los hackers pasan inadvertidos. Quizá alguien nota que algo raro sucede en las redes de comunicaciones y trata de que la Justicia lo evite. A veces lo logran, a veces no.
En el primer numero de Virus Report, el hacker llamado "El Chacal", mencionó que conocía al Dr. Trucho y a Nibler con los que encararon proyectos juntos, inclusive la "PUA" (Piratas Unidos Argentinos). Según dice, "surgió como una broma en su momento y tomó cierta envergadura después". Dicha envergadura la tomó cuando se vieron involucrados en una investigación que estaba realizando un Juzgado Federal.
A mediados del año 1987 una firma denunció que habiendo solicitado a la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) el acceso a la red internacional de datos (ARPAC), la facturación del servicio fue aumentando a tal punto que se hizo necesario suspenderlo. A pesar de ello la cuenta siguió aumentando. Esto dio la pauta de la existencia de un intruso en el sistema. La empresa era también usuaria de la red Delphi, donde tambien notaron irregularidades.
La compañía telefónica constató los números hacia donde se dirigieron las llamadas, que correspondieron a distintos usuarios de redes en los siguientes países Suiza, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Australia, Hong Kong, Reino Unido, y Escocia. La policía, por intermedio de Interpol, trató de localizar a los destinatarios de las comunicaciones. Todo parecía fácil, luego de obtener esta información habría que recorrer el camino inverso y se detectaría al intruso. Pero aparecieron varios imprevistos. Los primeros fueron Jurídicos. Por ejemplo, en Alemania para identificar a un abonado se requiere la autorización de la Corte Suprema de ese país. Las otras comunicaciones fueron hechas a lugares públicos donde no constataba el interlocutor.
Algunos de las llamadas informáticas fueron las siguientes: en Suiza el número correspondió a la Escuela Politécnica Federal de Zurich, en Canadá el destinatario era una central que permitia hacer llamadas locales dentro de la Provincia de Alberta, no pudiendo detectarse al usuario final, en Australia los números no correspondian a ningún abonado, en Hong Kong era el servicio de Información de Datos, en Alemania el Instituto de Matemática, y en Estados Unidos los destinatarios fueron General Electric y Compuserve. La investigación Judicial siguió su curso hasta Octubre de 1987, cuando el periodista Enrique Monzón del diario Clarín, en el Suplemento Joven, realizó una Nota sobre los "Piratas Informáticos" y en unos de sus parrafos presentó a los hacker porteños que se agrupaban bajo el nombre "Piratas Unidos Argentinos" (PUA).
Los integrantes de PUA habían dejado con anterioridad mensajes en la computadora del periodista haciendo referencia a sus actividades, pero hasta el momento nunca los profundizaron, ni dieron la cara. Luego de arreglar una contraseña en una reunión de usuarios de informática, "El Chacal" se dio a conocer, y se llevó a cabo el reportaje en un café.
En la entrevista, "El Chacal" manifesto que "la red Delphi tiene una falla interesante. Bajo ciertas condiciones bastante particulares, cuando uno entra, antes de aparecer el pedido del nombre se queda enganchado con los usuarios que están en linea". Otro reporteado del grupo fue "Goblin" y dijo "preferimos visitar Estados Unidos. Por ejemplo, a través de CIBA Y ARPAC entramos a General Electric, o a Compuserve". Después de la publicación de la nota periodística no hizo falta mucho más para que la investigación se orientara hacia el grupo "Piratas Unidos Argentinos", y que la empresa que comercializaba la red Delphi reconociera que la estaban "hackeando". Si bien un directivo de la misma desmintió dicho acontecimiento, algunos mails dejados en Delphi, no decían lo mismo. También informaciones periodísticas anteriores a la citada, aparecidas en "La Nación" y "La Razón" entre los días 23/09/87 y 25/09/87 ya hacían referencia de estos visitantes clandestinos. Dejaron un mail pidiendo disculpas por los reportajes, que decía en sus partes más destacadas: "1) La intención de P.U.A no ha sido nunca la de provocar perjuicios significativos a usuarios particulares de Delphi ni de ningún otra base. Más aun, de las declaraciones del Chacal recogidas en la nota, puede observarse la distinción que establecemos entre el hacking ético y el hacking no tan bueno efectuado por personas no tan buenas", en otro párrafo continua diciendo: "3) No ha sido la intención de P.U.A dañar la imagen de Delphi, en la nota al Chacal no se hace ninguna mención expresa o alusión indirecta a sus fallas de seguridad" Los damnificados del hacking estaban desorientados y evaluaron entre el ambiente informático quienes tenían capacidad y conocimientos para realizar esta tarea. Entonces apuntaron a los responsables de dos BBS, a los que nunca se les comprobó nada.
Los resultados de las llamadas al exterior continuaron siendo a lugares públicos, y sin poder hallar a los responsables, por los tanto los integrantes de P.U.A. no fueron identificados por la Justicia. Siempre quedo la duda si ellos fueron los unicos responsables de los todos los hechos que se les atribuian. El expediente Judicial fue archivado.
Este nuevo tipo de "delito" en esos años parecia que estaba muy lejos de la Argentina, sobre todo por las deficientes comunicaciones, condición que aún continua, pero comenzaron a hacer tomar conciencia a la Justicia de la necesidad de una legislación adecuada para los acontecimientos informáticos, dado que en el caso de haberse identificados a los integrantes de P.U.A, dudo mucho que se los pudiera haber procesado judicialmente.