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Leve Retina Numero 00

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Published in 
Leve Retina
 · 3 years ago

  


============================================================================


Leve Retina (c)



(Revista Literaria de Repercusión Telemática)



Año 1 - Número 0.

============================================================================

Editorial.

Hace dos horas que estoy intentando escribir este editorial, pero
las palabras me están traicionando. Paradójicamente, de lo que tengo que
hablar es de palabras y de gente, de cables y de redes, de mensajes, de
grupos de homo sapiens que se juntan para compartir un espacio cada vez
menos virtual. Curiosamente, tengo que referirme a un mundo en donde
todo es comunicación, donde todos pueden hacerse oir. Esta revista es un
producto de este mundo. Una Leve Retina de expectativas la hizo posible.
Una necesidad de traspasar las barreras de una comunicación que se puede
perder en el tiempo, que tan cruelmente nos acosa.
Hace dos horas que intento decir, contar, explicar la alegría
(inexplicable, y esto me complica las cosas) que significa que un grupo
de gente venza las barreras que le imponen unas frías y secas
computadoras para correr el riesgo de representar un mundo cotidiano (el
de los mensajes) en un mundo perecedero (el de las revistas), sin
animarse a pensar que el medio es una anécdota...
Hace dos horas (y media) que quiero contarles que Leve Retina tiene
cuatro secciones: una sección de cuentos, una sección de Poesía, una
sección de ensayo y cartas de los lectores. Querría contarles de las
larga y difícil toma de decisión acerca de los nombres de dichas
secciones.
Tres horas me costó poder decir que Leve Retina comienza a tomar su
forma hoy, con algunos breves textos de quienes, lo sepan o no, son
ciudadanos de las redes.
Cuatro horas después de haber empezado a armar este número 0 puedo
sonreirme a mí mismo diciéndome "Este es un número 0 de distribución
interna" :)

¡¡Con salud!!

Federico Joselevich
(4:900/109.0@fidonet.org)
(fjoselevich@appeal.uba.ar)

Comentario Adicional: ante la duda de que las biografías selectas
fuesen curriculares o humanamente consistentes, opté por armarlas con
una mezcla de ambas cosas.

16/06/94 Page 1


Leve Retina es el nombre de un poema de Arturo Carrera en su libro
"La Banda Oscura de Alejandro". Agradecemos su generosidad al
permitirnos utilizarlo para la revista.

=======================================================================

Indice

Editorial ....................................................1
Indice ........................................................2
"El Paseo" (por Marcelo Alonso) ...............................2
"El Padre Ramón" (por Juan Livingston) ........................4
"Orientaciones" (por Federico Joselevich) .....................6
"La Mano" (por Analía Zygier) .................................7
"A vuestras almas desoladas" (por Matías Giovannini) ..........8
"Sábados de Super Acción" (por Federico Novick) ...............10
"Muebles y útiles" (por Federico Novick) ......................12
"Horas" (por Marcelo Alonso) ..................................14

Misceláneos
Cartas de Lectores ............................................15
Staff .........................................................15
Donde y cómo conseguir Leve Retina ............................15
Legales .......................................................15

========================================================================
=========[ "El Paseo" por Marcelo Alonso ]==============================
========================================================================
Marcelo Alonso, Marcelonso, Marlonso, un fundamentalista
literario (dígolo después de leer sus "Fundamentos
Literarios"), docente universitario, con una edad que
tiene una cota menor en los 24 años y una mayor en los 24
años, se define como un "Joven participante de las
redes", quien hace pocos años redescubrió el placer de
escribir "(después de reponerme de una experiencia cuasi
'Saint-Exuperyesca' a los 12... -'Mirá las pavadas que se
pasa escribiendo!'- Lo de las pavadas no ha cambiado,
sólo he aprendido a aceptarlas y a no desecharlas (-8 )"

—[ Netmail ]———————————————————————————————————————————————————————————
From : Marcelo Alonso 4:901/102.4 Sun 29 May 94 15:08
To : Federico Joselevich 4:900/109
Subj : At last...
———————————————————————————————————————————————————————————————————————

'El paseo'

Me despierto. Noche. Hora muerta. Silencio. Otros durmiendo.

Ropa. Botas. Campera. Puerta. Calle. Calle. Calle...

Cementerio.

El césped por fin roza las suelas de mis botas. Las murallas no
16/06/94 Page 2


son nada ante tu llamada. Los portones pintados de negro y metal
pueden quedarse así como están.

Tu voz. Mi mente. Tu voz. Mi mente.

Un pie aquí, donde siempre. El otro pie un poco más arriba, en
el ladrillo viejo comido por las telarañas de polvo. Arriba donde
no hay tantos vidrios (donde mis manos ansiosas los sacaron uno a
uno).
Una caída de vértigo de placer sobre el pasto -¡ya adentro!-,
sabiendo que estoy cerca, el tiempo se estira hacia el momento en
que me acerco.

Ya ni siquiera necesito mirar, con los ojos cerrados agregando
negrura a la noche de tu llamado puedo guiarme a tus ojos, muertos
para siempre.


Pareciera que la losa tallada con tu nombre y tus señales te
han robado para siempre de lo que pude haberte dado, y que el día
se ríe de la broma que ha hecho con llevarte en muerte hacia lejos
de mi futuro, y que un cuadrado mudo de pasto mal cuidado te
encerrará por siempre.

Por eso vengo de noche, cuando el sol no está para reírse, y la
luna es compañera en la tristeza, y las sombras pueden enmudecer
un poco al pasto y su gloriosa vida vegetal.

Te espero, ¿nos veremos? Te escribí un poema. Quisiera darte
más; una canción tal vez, pero todas me suenan vulgares; la muerte
te ha elevado, cristal y ancla de misterio. Te traje flores, te
traje caricias, te traje mi alma si no es suficiente.

Por favor, ven. Hace tanto que te espero... hace tanto que
duermo inquieto, y que evito la luz del sol porque no me parece
justo respirarla, alegre de vida, en tu ausencia.

Ah... aquí estás, por fin. Vienes desde tu descenso hacia mí.
Te eché de menos. Te quiero.


Marcelo Alonso
02-05-94

>___________________________________________________________________________

Bye Bye,
Marcelo


--- GoldEd 2.41



16/06/94 Page 3


========================================================================
=====[ "El Padre Ramón" por Juan Livingston. ]==========================
========================================================================
Aún cuando pugne por decir, afirmar, aclarar y gritar que
"Nada de lo que hice es representativo de mí", podemos
destacar el hecho de que, en el período 1989/1993 fue
"Redactor y editor irresponsable del boletín mensual
Periodismo por Periodistas", entre otras labores
realizadas (que prefiere no mencionar). Sin embargo,
ahora nos deleita con cuestiones de alta índole como la
que viene a continuación:

— LITERATURA (4:900/109) ————————————————————————————————————— LITERATURA —
From : Juan Livingston 4:900/120.23 Mon 30 May 94 20:48
To : All
Subj : Un cuento
———————————————————————————————————————————————————————————————————————————

EL PADRE RAMON
=======================================================


El ingreso de la tecnología automovilística al Pueblo Principal trajo
graves inconvenientes, al principio.

Uno de los primeros coches que circularon por sus calles arrolló una
tarde a Felipe Moretti, el gran torero de la Plaza Principal. El hombre
murió en el acto, justo en el medio del acto que hacían en su nombre,
por culpa del desprevenido automovilista que no había sido notificado de
la celebración.

Las que más sufrieron fueron la mujer y la hija de Moretti, quienes
perdieron el sustento económico que les brindaba su fiel Felipe. Estas
dos mujeres pasaron muchos días de hambre, hasta que un día, frente a la
heladera vacía, se miraron a los ojos y se dijeron "¿por qué no?", con
una sonrisa pícara y decidida.

Al día siguiente la mujer de Moretti publicó en el Diario Principal
un notorio aviso clasificado que decía así: "Cójase a la viuda de
Moretti". En España esto no significa tanto, tal vez, pero de todos
modos la frase llamaba enormemente la atención, ya que Moretti era el
torero más conocido y admirado por todos los hombres del pueblo.
Mientras tanto, las dos mujeres esperaban a sus clientes en la puerta de
la casa.

La viuda de Moretti atendió muy amablemente al primer hombre que se
acercó, intrigado, y le preguntó por el aviso.

--Sí, pase, pase --le dijo la mujer mientras su hija, detrás de una
cortina, espiaba la escena muy nerviosa y divertida.

El caballero acompañó a la mujer hasta su cama, y una vez sentado
junto a ella le preguntó:

16/06/94 Page 4


--Cuénteme, ¿por qué puso ese aviso? ¿Andan mal las cosas por acá?

La señora le explicó un poco su situación, y le dijo que le haría
precio considerando que se trataba de un admirador de Moretti. El hombre
se negó a acostarse con la mujer, y le prometió que la ayudaría con lo
que le fuera posible.

La señora de Moretti, cabe destacar, era la mujer más codiciada del
pueblo, y todos los señores soñaban con morderle los pezones y tenerla
desnuda entre sus piernas (a ella o a su hija, porque les daba igual).
Sin embargo este señor --un herrero-- no quiso aceptar semejante
ofrecimiento. ¿Será miedo? ¿Culpa?, se preguntaba la señora de Moretti,
bastante decepcionada y ofendida.

Igual suerte tuvo la viuda con los clientes que le siguieron al
herrero. Muy pocos hombres se atrevían a acostarse con ella, y los que
accedían sufrían todo tipo de problemas. Este fenómeno llegó con el
tiempo a los oídos del Sexólogo del Pueblo, quien no tardó en caer presa
de la intriga y se dijo "qué más da", recortó el aviso del diario y fue
a visitar a la señora de Moretti. El hombre, experto en temas sexuales
tanto en práctica como en teoría --según él mismo presumía-- sufrió un
ataque de impotencia seguido de una violenta eyaculación precoz frente a
la señora de Moretti. Días después --durante los que no atendió
consultas-- anunció que publicaría una teoría en el Diario Principal.

En cuanto a la viuda, seguía con graves problemas económicos y
sobrevivía gracias a las esporádicas ayudas de los vecinos más piadosos.
Pero iba muy mal con su nueva profesión. Convencida de carecer de
habilidad para otro oficio, la señora de Moretti decidió resolver con
urgencia su problema con los hombres.

Averiguando en las tienditas de antigüedades y brebajes, la señora
Julia --así se llamaba-- encontró una pista: sólo el cura del pueblo
podría solucionar su problema, le dijo una especie de brujilla vieja y
minúscula. Así es que Julia salió ese mismo día a la Iglesia Principal,
y fue directo a confesarse con el padre Ramón. Dos horas estuvo Julia
confesándose.

Presa de una erección incontrolable, el padre Ramón arañó la rejilla
del púlpito hasta arrancarla del marquillo de madera y le mostró sus
ojos húmedos a la viuda, que lo miró emocionada. "Usted me entiende",
llegó a decir el hombre mientras se revolcaba con Julia, y ambos se
desnudaron y cojieron durante horas y tuvieron un orgasmo tan enorme que
todos los habitantes del pueblo hicieron silencio por un instante.
Algunos dijeron que había pasado un ángel, otros miraron absortos hacia
la iglesia, sin poder comprender pero sintiendo algo raro en el pecho.


---
* Origin: Rastansallo Point (4:900/120.23)




16/06/94 Page 5


========================================================================
=====[ "Orientaciones" por Federico Joselevich ]========================
========================================================================
Federico Joselevich, nacido el 23 de diciembre de 1972;
operador del BBS Cultural Carreteras del Viento (perdón
por el chivo); veterano de tres años de antigüedad en las
redes de mensajería electrónica; coordinador de Fidonet
Argentina desde noviembre de 1992 hasta noviembre de
1993; según los medios: pelirrojo, menudo e inquieto;
también conocido como Fedelevich.

— LITERATURA ———————————————————————————————————————————————— LITERATURA —
From : Federico Joselevich 4:900/109 Wed 25 May 94 23:06
To : Matias Giovannini
Subj : RE: Búsquedas de palabras.
——————————————————————————————————————————————————————————————————————————

Orientaciones
=============

- ¿Qué es lo que no entendés?
- Nada -dijo él, dando vuelta la cara rumbo a la calle.
El bar, sombrío, como son los viejos bares de Buenos Aires, lo
envolvía en una especie de nostalgia densa, casi palpable. Mercedes lo
miraba entre asombros y pesadumbres. Ella era quien no entendía.
- ¿Qué mirás?
- Los pajaros. Sus alas, su vuelo. Ellos sí que son libres.
Libertad, ser libre. Hay veces que me pregunto ¿libre para qué?
Avanzando suavemente un dedo, Mercedes capturó una lágrima que le
dejaría cicatrices.
- Estás llorando...
- Mirá a las palomas. Ellas son libres, pueden irse volando, pueden
ver todo desde arriba y no preocuparse de qué pueda pasar. Qué difícil
se hace todo desde acá abajo, chiquita, con los pies anclados, y las
imágenes recursivas.
- ¡Sí, vos sos recursivo! Siempre te llamás a vos mismo, a tus
problemas cotidianos, y de ahí no salís.
- ¿Cómo salir?
- Así -dijo Mercedes levantándose y caminando alrededor de la
mesa-, así -mientras daba vueltas una y otra vez-, ¿no lo ves?, es
fácil; ahora estoy mirando ésto desde afuera, sin titubeos, casi me
siento en el aire.
El la miraba girar, caminar lentamente, ahora por delante suy,
ahora a su espalda. Espalda, guardaespalda, respalda, respaldar, dar,
ar, ir, irse, ser, ¿cuando se es? ¿cuando ya se ha sido? ¿ido? Do Re Mi,
mi pesar, pesar, rezar, el muy Zar de la soledad, "dad amor a vuestros
prójimos", próximos a nuestro temor; morir, ir, irse, ser, ¿cuando se
es? ¿cuando se da amor al prójimo? ¿cuando se está próximo al amor?
Amor, temor, rigor, fulgor, horror, y Mercedes que sigue dando vueltas,
atrás, al raz, "¿te vas?", "soy capáz", dijo, redijo, Mercedes,
tartamudeando, mundeando, dando. "¿Hasta cuando dar?", "Hasta morir",
"¿Cuando se muere?", "Cuando no tiene sentido volar"
La miró alejarse a través de la ventana. Ni las lágrimas tenían la
cordura de salir.
16/06/94 Page 6



7/Abril/1993
14:20
"Café Niza"

Federico Joselevich
fjoselevich@appeal.uba.ar

---
* Origin: ¡Están majaretas estos de Fido! (4:900/109)


========================================================================
================[ "La Mano" por Analía Zygier ]=========================
========================================================================
Por lo pronto sabemos que es una licenciada en Letras que
reniega de su título cuando se sumerge en las redes
telemáticas. Su aporte crítico ha sido, indudablemente,
uno de los más escrupulosos en la memoria colectiva de
dichas redes.

— 0__Tracked Messages. (4:900/109) —————————————————————————————— TR_MAIL —
From : Analia Zygier 4:900/109.3 Thu 09 Jun 94 03:27
To : Federico Joselevich 900/109
Subj : mi cuentito
———————————————————————————————————————————————————————————————————————————

Una vez, un fabricante de medias de mujer pidió mi mano. Confieso haber
dudado.
Una buena vida, una linda casa, una mucama y medias gratis para toda
la vida.
Eso o un escritor semifracasado aprendiz de guionista de radio y TV.
Al final
no elegí a ninguno de los dos.
Me senté a tomar mate con facturas y a esperar.
De pronto, sono el timbre. Lo que estaba esperando, pensé. Mire por
la mirilla.
Habia un tipo sentado en una sillita de mimbre en medio del pallier
semiprivado.
Me resulto raro, rarísimo, pero no desconfié.
Abrí la puerta y traté de hacerlo pasar, pero él seguía obstinado con
el mate
y la bombilla. La sillita hacia un ruido aniñado cada vez que el hombre
se
movía, aunque fuera de a poquito.
Lo miré a los ojos. Le inspeccioné las manos. Me gustaron.
Dejé de mirarle las manos. Empecé a desearle las manos.
Sin largar el mate, me metio una por debajo del pullover. Lo primero,
me rascé
la espalda. Un tierno, sin duda. Me desarmé. Tenia la piel de gallina
hasta
en la parte de atras de las orejas. Me iba tocando de a poquito. Con
las yemas
de los dedos. Con las puntitas de las uñas. Con el antebrazo.
16/06/94 Page 7


De pronto... largé el mate. La otra mano, entre las piernas. En el lugar
asombrosamente exacto. Justito, justito ahí. Y me olvidé por fin del
fabricante
de medias y del escritor. No me importó un pito dejar de esperar. Esta
vez, ni
el pallier semiprivado ni la sillita de mimbre lograron disuadirme.



Analia Zygier

========================================================================
===[ "A vuestras almas desoladas" por Matías Giovannini ]===============
========================================================================
Nació un caluroso el 30 de Enero de 1972 (o por lo menos
eso le dijo mamá que lo tiró a la pileta a los veinte
días). "Desde entonces -dice- no he hecho mucho, salvo
que me agarro el berrinche de escribir, y me anote en un
taller de la zona, con gente de la zona, con tematica de
la zona y con chistes de la zona. Castelar, pueblo chico"

— 0__Tracked Messages. (4:900/109) —————————————————————————————— TR_MAIL —
From : Matías Giovannini 4:901/107.18 Thu 11 Jun 94 00:01
To : Federico Joselevich 900/109
Subj : mi cuentito
———————————————————————————————————————————————————————————————————————————
Un tejón se burló del cazador,
Un dibris bailó con una araña,
Una mosca se ahogó en un hormiguero,
Un gusano salió a pescar en bote,
Y un tonto se rió y lloró después.
[Angélica Gorodischer, Kalpa Imperial]


--Qué carajo querés ahora.
--Nada, nada más te miro.
--Andáte.

Nunca le hago caso. Sé que en realidad no quiere que la deje sola, que
necesita que comparta su dolor con ella, que esté justo ahí. Porque ella
sufre y quiere que yo también sufra. Por eso me quedé ahí, sentado
enfrente de ella, mirándola mientras llora. Viendo cómo le tiemblan los
hombros, con la cabeza baja, el mentón contra el pecho que le sube y le
baja, una lágrima que le cuelga justo de ahí y le cae sobre el pullóver.
Por suerte nos sentamos lejos de la barra, bastante lejos de los mozos,
que de todas formas es evidente que se están haciendo los distraídos.

Es verdad que no puedo sentir lástima. Y menos por ella. Es así,
sencillamente; nunca pude y no pienso empezar ahora. Será por eso que
ella llora tan a menudo, será por eso también que me echa
invariablemente la culpa a mí. Y no es que me lo haya dicho, no; nunca
se atrevería, creo. Pero cuando me mira, si es que me mira, en medio de
la crisis, siempre tiene esa mirada de reproche, como de furia. Y si no,
me ignora de una forma descarada. Casi como si buscara cómplice, como si
16/06/94 Page 8


necesitara descargar ese peso en alguien. Como yo estoy ahí siempre,
trato de hacerle compañía en el dolor.

--Vamos, cortala. Dale, vamos a casa.
--Dejáme en paz, Sergio.

Creo que es por eso que después de todos estos años sigo estando con
ella. Por supuesto que nunca sentí amor; y ni siquiera me atrae tanto
como para apasionarme. Obviamente me gusta, sí; me gusta lo suficiente
como para que el sexo entre nosotros sea bueno, casi un alivio o una
descarga; como para soportar dormir toda la noche con ella, tres veces a
la semana; o como para tomarme ese café espantoso que se empeña en
prepararme a la mañana. Me gusta lo suficiente como para estar junto a
ella en estas pequeñas tormentas.

--Por favor, es tarde. Vamos.
--Dejáme, me voy sola.
--Clara. Clara, no te hagás la rebelde. Vamos a casa, dale. Vamos.
--Dejame en casa de mis viejos.
--Ufa. Como quieras.

Los otros cuatro días de la semana los pasa en lo de los viejos. Ella
dice que porque durante la semana le queda más cómodo para ir al laburo.
Yo sigo convencido de que es porque más tiempo no soporta estar conmigo.
De todas formas yo la debo echar inconcientemente, porque yo tampoco
soporto estar más con ella.

Cuando salimos del bar, yo la tomaba del hombro. Ella no hizo ningún
esfuerzo por tratar de hacerme sentir necesario, ni siquiera de
agradecérmelo; estaba más bien como resignada bajo mi brazo, como si no
le quedara más remedio. Cuando llegamos a lo de los viejos de ella,
traté de abrazarla. Al principio se dejó, pero en seguida se las arregló
para zafar; me dio un beso en la mejilla y me dijo: "Mañana hablamos".
Como siempre, esperé a que entrara antes de irme.

Llego a casa y ya está sonando el teléfono. Es Clara. No era que me iba
a llamar mañana. Pero claro, no; siempre se le pasa rápido y después se
arrepiente. Capaz que tengo que volver a salir a buscarla porque quiere
estar conmigo.

--Hola.
--Mirá, Sergio. Te la voy a hacer corta.
--Decí.
--No voy a volver. Me quedo acá, con papá y mamá.

Me quedo pensando qué contestarle.

--Ah, bueno. Supongo que vas a pasar por tus cosas.
--Mando un remise. No, mejor pedilo vos. Total son pocas cosas.
--No, claro. Si no hace falta que me ayudes. Yo me arreglo.
--Bueno, gracias.
--No importa. Chau.
--Chau. Sergio.
--Decíme.
16/06/94 Page 9


--No, nada. Chau.

Pongo a calentar la pava. La verdad, no me sorprendió demasiado; ahora
me parece que yo estaba preparado para esto desde el primer día. No me
importa; sé que no siento nada, ni bueno ni malo. Mientras espero que se
caliente el agua, agarro una caja y meto adentro las cosas de ella, sin
mucho cuidado, un poco distraído. Llamo al remise. Ya me estaba cebando
el mate cuando tocaron el timbre. No sé por qué se me ocurrió que podía
ser Clara. Le dejo al remisero la caja y la dirección.

Me parece que ya estoy empezando a sentirme un poco solo. Me voy a tener
que conseguir un perro, que siempre quise uno y a ella no le gustaban.
Por lo menos no joroban demasiado cuando no les das bola.


========================================================================
=====[ "Sábados de Super Acción" por Federico Novick ]==================
========================================================================
Nació en 1973 y a los cuatro años leía historietas sin
parar. Acelerado, difícil, crudo, denso, sus poemas
generaron tanto desconcierto en las discusiones
telemáticas que se llegó a plantear la posibilidad de una
música adecuada para leerlos: "Bach. Concierto p. clave y
orquesta No. 1; BWV 1052; Orquesta sinfónica de Ottawa;
Dr. Thomas Mayor". También puede ser destructivo leerlo
con la sinfonía No. 6 de Beethoven, Pastoral, y Glenn
Gould en el piano (o lo que sea). Se caracteriza por
interrumpir cuando los demas hablan y tambien por las
continuas citas de Osvaldo Lamborghini mezcladas en todo
texto, charla o mensaje. Vive en Buenos Aires.

— 0__Tracked Messages. (4:900/109) —————————————————————————————— TR_MAIL —
From : Federico Novick 4:900/121.29 Wed 18 May 94 16:22
To : Federico Joselevich 4:900/109
Subj : Para la Revista
———————————————————————————————————————————————————————————————————————————
SABADOS DE SUPER ACCION


1
Un soplido alcanza,
en la conversación para enterarse.
La voz que aterriza en tu espalda
como un reclamo
desde la otra habitación:

el saludo que llegaba tarde con los años.

2
entonces la fascinación de un chico de 4 años
por uno de diez meses, estirado sobre el cochecito.
Con la mano intenta empujarlo y el mango brillante
cae al piso. La madre habla y habla
y el más chico juega
16/06/94 Page 10


con pastillas de goma sobre el piso recién lustrado.

3
La luna en el pizarrón
con tizas de colores:
en la cajita decía 'ALBORADA'.

4
Vivía soñando con el mar,
cuando pudo verlo cruzó la espuma con la mano

Entonces (ahora) vuelve
y el reclamo entre los ojos,
otro lugar enorme todavía desconocido.

5
El intento, cuando
llena un frasquito azul
y lo toma apenas arranca.
La mañana:

otras voces
aparecen en la última toma.

6
a Brian Wilson
y Smile, el disco perdido.

Una canción: se llamaba 'Vegetables'

Y sonreías apenas
cuando empezaba en el grabador.

Repetía:
la canción es otra mezcla esta vez,
parece igual, no encuentro diferencias
en el movimiento.

Volvían las mismas palabras
a través del parlante
y la increíble pelea
por pedacitos de palta en la ensalada.

7
Había más palabras graves
y más velocidad.
La ronda, esa reunión para apilarnos
y sacarle punta a todos los lápices de la plaza.

8
Durante el almuerzo,
las interrupciones se hacían visibles
Cada día más continuas
y 'encantadoras'
16/06/94 Page 11



Otro mediodía,
tomaba el plato
escondido entre los demás,

en la cocina.
Los gritos de la telenovela
los 'tú' forzados del caribe
sonando en blanco y negro como
única compañía,

mientras cada pliegue de las servilletas
era otro nombre
que intentabas leer
durante la noche.


========================================================================
=====[ "Muebles y útiles" por Federico Novick ]=========================
========================================================================
MUEBLES Y UTILES





Un papelito pegado a
esos muebles que todos tenemos
enfrente de la cama.






Son ARMARIOS SELLADOS.






Se escapaba tu pelo,
perdía en el cuarto
una pelea con el viento.
- me prestaron el ventilador por unos días.





(cuántos lápices
sin punta)
encima del escritorio
16/06/94 Page 12


...el grabador...
que nunca para, salpicado con manchas
de pintura.


casi tantas vueltas
le dábamos al desván
me partía la cabeza con el techo,
entre las vigas de madera atravesadas.




la última pregunta al dueño
del depósito
por el contrato,
la hoja que falta.



con el hombro
de la pluma,
un beso aplasta la carta
contra el mueble que
hace algunos años
usaba el fotógrafo


¿había una escalera
en la otra habitación?


cerca del rincón de la
conversación interminable y nerviosa



podías mostrar lo que antes del rompecabezas
mostraban los otros
para no parecer un hallazgo del abismo?


una tarea: tirar todas las cartas para
escribir una,
en la playa.
metidas sobre la arena
las podemos ver. Dejan marcas finitas
y se borran con un soplido.



En el gabinete de la sombra
un agujerito deja pasar algo de luz.
Después intentaba espiar (frotando los ojos)
16/06/94 Page 13


y escuchar, al mismo tiempo
los pasos vecinos: imposible.
Sólo el murmullo,
las palabras que soltabas por toda la casa



========================================================================
=====[ "Horas" por Marcelo Alonso ]=====================================
========================================================================

Ese barco amarrado,
moviéndose ominosamente sobre el borde de un mar,
negro y más negro que la noche última.
Ha llegado la hora de cortar las amarras.
La hora de la desintegración.

Esa carga pesada de recuerdos,
mal embalados, ya putrefactos, pululantes de gusanos,
negros como la angustia que los carcome.
Ha llegado la hora de ahogarlos.
La hora de la desintegración.

No hay luces en la costa;
no hay costa suficiente a la que llegar jamás,
y cuando ya no hay más hogar
es que ha llegado la hora de abandonar.
La hora de la desintegración.

Hunde los ojos
bien abiertos
mirando a través del agua negra;

respira el agua
en un estertor final
que no busque supervivencia.

Ya sólo se ven los mástiles,
con un poco de tristeza remueven el agua;
¿un adiós?
Ha llegado la hora de despedirse.
La hora de la desintegración.


Marcelo Alonso
03-04-94








16/06/94 Page 14


========================================================================
Cartas de Lectores
========================================================================
Al ser éste el primer número 0, no hemos recibido ninguna carta de
ningún lector. Por favor, escriban.

========================================================================

Staff (en el presente número):
Directores(as), editores(as), compaginadores(as), lectores(as),
escritores(as), es y as...

Marcelo Alonso (4:901/102.4)
Matias Giovannini (4:901/107.18)
Federico Joselevich (4:900/109.0)
Juan Livingston (4:900/120.23 y 4:900/109.23)
Federico Novick (4:900/121.29)
Analía Zygier (4:900/109.3)

========================================================================

Supuestamente, usted puede encontrar a Leve Retina en cualquier BBS
de la Región 90 de Fidonet (es decir, de la Argentina).

En particular, los siguientes BBS distribuyen oficialmente Leve Retina:

Carreteras del Viento -- +54-1-544-6241 (Todos los días, las 24 horas)
The Reset Project -- +54-1-962-6392 (Todos los días, las 24 horas)

Colaboraciones, sugerencias, cartas de lectores, quejas, enigmas
dirigirlas a Leve Retina (rogamos enviar lo antedicho en formato ASCII
y, de enviarlo por correo, por diskette):

FidoNet 4:900/109.99
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Está permitida su copia y reproducción por cualquier medio gráfico y
tecnología siempre y cuando se aclare explícitamente la fuente (es
decir, esta revista) en donde debe constar: el nombre y número de la
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16/06/94 Page 15


Leve Retina es el nombre de un poema de Arturo Carrera en su libro
"La Banda Oscura de Alejandro". Agradecemos su generosidad al
permitirnos utilizarlo para la revista.

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16/06/94 Page 16

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